martes, 18 de octubre de 2011

San Mamés volvió a rugir

El Athletic consiguió ayer su segunda victoria en el campeonato de Liga ante un Osasuna que pese a que empezó bien, acabó sucumbiendo ante el buen juego de los rojiblancos apoyados en un estratósferico Muniain, en un sobrio Iraizoz ,en un combativo Llorente y en una efectividad apabullante.

El partido empezó muy disputado. Osasuna discutía la posesión de balón a un Athletic en el que volvía De Marcos al lateral izquierdo e Iturraspe a la medular. Del equipo rojillo ( ayer celeste) fueron las primeras ocasiones claras, por medio de Lamah ( todo lo que tiene de buen jugador lo tiene de inmaduro) y sobre todo de Nino, que se encargó de desbaratar un ayer inspirado Iraizoz. En ese primer cuarto de hora pudo estar la clave del partido, ya que si los navarros hubiesen culminado algunas de sus ocasiones otro gallo hubiese cantando. Pero dejaron vivos a unos leones, que apoyados por una afición entregada pusieron tierra de por medio muy pronto. Tuvo que ser Muniain, el enémigo número uno osasunista quien abriese la lata tras una jugada en la que se demostró el estilo Bielsa: toque, toque y más toque. Pero ayer a esa posesión se le añadió profundidad y verticalidad. Una jugada de tiralíneas tras la que Susaeta ( muy activo todo el choque) asistió a Llorente, y en la que el de Rincón de Soto tras zafarse con Sergio dejó de cara el balón para que Muniain con un toque de clase empujara el balón a la red.  Y cuando Osasuna no se había repuesto aún del mazazo del gol inicial llegaron el segundo y el tercero en apenas 10 minutos. Sendas combinaciones en la banda derecha ( que demostraron que en la variedad está el éxito, ya que pese a que el toque es lo que impera en el juego de Bielsa, los 3 goles llegaron por las bandas, como en el Athletic de toda la vida) acabarón con balones al área que primero Gabilondo y despues Javi Martínez se encargaron de materializar y sentenciar un partido que tras el gol del de Aiegi llegó al descanso.





Tras la reanudación poco cambió el panorama. El Athletic era dueño y señor de un balón que Osasuna declinó disputarle.  Se continuaron viendo combinaciones perfectas entre los rojiblancos y hubo hasta un detalle a tener en cuenta: el Athletic mediada la segunda parte tuvo una posesión que rondó los 2 minutos seguidos, sin que el balón saliese del campo y en la que participaron los 11 jugadores rojiblancos, algo impensable estos ultimos años ( y no sólo con Caparrós ). De ahí a la conclusión del choque lo más destacable fue la autoexpulsión de Lamah, que en 2 minutos vio 2 tarjetas amarillas, una por protestar y otra por una fea entrada a Muniain, la reticencia de Bielsa a realizar cambios, puesto que sorprende que teniendo partido jueves y domingo y con el marcador sentenciado no retirase a Llorente ( aquejado de molestias físicas durante toda la semana) Muniain o Javi Martínez y diese más minutos a Toquero, David López o Gurpegi, el trabajo del propio Toquero el tiempo que estuvo sobre el verde, la reaparición de Ander Herrera tras un mes en el dique sequo y el gol de Osasuna, tras un penalty muy discutible de Javi Martínez en las postrimerías del encuentro que Nekounam se encargó de transformar.




En definitiva Osasuna tuvo un inicio prometedor en La Catedral, pero su inefectividad, las paradas de Gorka y el gol de Munian mataron sus esperanzas de lograr algo positivo. Algo que si logró un Athletic que empieza a carburar, con un Munian que demuestra día a día que no se sabe dónde está su techo, una forma de juego cada vez más entendida y que empieza a dar sus frutos, un Llorente que pese a que no marcó realizó un trabajo formidable, y una afición que ayer se lo pasó en grande, por lo atractivo de la propuesta y por el resultado. El Athletic va para arriba.


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