El lado desconocido de la Premier
En estos días en los que tanto se habla de rumores sobre operaciones multimillonarias, de incertidumbre acerca de donde jugaran los mejores jugadores del mundo la próxima temporada, de reestructuraciones deportivas con el fin de alcanzar los valores y la gloria perdidos hace años, de salarios desorbitados ; poco o nada se escribe sobre un equipo, desconocido para la mayoría, que este año ha alcanzado su mayor hito deportivo en sus 148 años de historia, clasificándose para disputar la Europa League habiendo jugado el partido por el titulo de la FA Cup, ante todopoderoso Manchester City. El equipo en cuestión es el Stoke City.
Este equipo, natural del Condado de Staffordshire (situado en la parte central de Inglaterra), hace tan solo 3 años que juega en la máxima categoría inglesa (la Premier League), siendo además la primera vez que juega en ella, ya que esta cambio su formato y fue rebautizada en 1992. Desde ese año, este modesto club no ha parado de crecer; quedando ya en mitad de la tabla en su primer curso en la máxima categoría, eludiendo el descenso a falta de varias jornadas para el final de liga. Repitiendo esa difícil gesta los 2 años siguientes, añadiéndole este último, las victorias ligueras ante equipos como el Arsenal, Everton o Liverpool, clubes con mayor tradición y presupuesto, y su clasificación vía FA Cup, para disputar la Europa League la temporada 2011/2012
El éxito de los "Potters" (así se les conoce en Inglaterra) viene propiciado por una notable gestión deportiva, comandada perfectamente por Peter Coates y Tony Pulis, presidente y manager respectivamente, que han catapultado a la entidad a cotas hace 4 o 5 años totalmente insospechadas, aun siendo uno de los clubes con menor presupuesto de Premier League. Otro factor clave para el éxito deportivo del Stoke City es el haber convertido su estadio "en un fortín", hablando en términos futbolísticos, a lo largo de estas 3 temporadas en la elite, y que se ve perfectamente reflejado en la temporada que acaba de finalizar. De 13 victorias y 7 empates obtenidos este año (46 puntos), 10 victorias y 4 empates (34 puntos) han sido obtenidos en su feudo, mas de un 73% de los puntos totales.
Si hay una explicación para estos datos a parte de la ya sabida, de que todos los equipos ante su afición suelen rendir mejor, es la manera de conseguir estas victorias, fundamentadas a base de "cañonazos" laterales en forma de saques de banda. Si, una técnica tan rudimentaria y bella a partes iguales como es la de "colgar el balón a la olla" para que las "torres" del equipo rematen o para sacar partido a una segunda jugada, es la base de la fortaleza "potter" en el Britannia Stadium, así como sus dimensiones, propicias para sus virtudes técnicas. Celebrado y coreado como si de un penalty se tratara, cada saque de banda que se produce en campo contrario, es visto como una ocasión manifiesta de gol y así lo interiorizan tanto propios como extraños, que acaban reculando y metiéndose atrás en su área de tal manera, que acaba por convertirse en una utopia el poder sacar algo positivo de este "peculiar" estadio.
El encargado de todos esos lanzamientos laterales (Rory Delap, del que se llego a decir que era el único futbolista de campo profesional que es mejor jugando al futbol con las manos que con los pies) así como el ritual que realiza antes de efectuar cada uno de ellos, que suele durar casi 25 segundos (secado de pelota incluido), son aclamado por 28000 gargantas que cada domingo llenan el Britannia Stadium como si un titulo acabara de ser conseguido, son la esencia de este modesto club y la piedra sobre la que cimentar nuevos éxitos deportivos.
Si continúa con su buena gestión deportiva, y practicando en casa ese fútbol tan característico y británico, este equipo asegura nuevas alegrías a sus seguidores, aunque por supuesto se continúe sin hablar demasiado sobre él. Así es como le ha ido bien y así seguirá siendo.
Un equipo con esencia puramente inglesa y del que muchos otros deberían copiar multitud de aspectos. En definitiva, un equipo al que amar.
Rubén
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