viernes, 25 de noviembre de 2011

1=9

Año 1966, el equipo del Celtic compuesto únicamente por jugadores de Glasgow (todos ellos vivían en un radio de 30 millas alrededor de Celtic Park)  llevaría a cabo la mejor temporada de toda su historia. Encabezados por Jimmy Jhonstone y entrenados por el mítico Jock Stein ganarían esa temporada Liga, Copa, Copa de la Liga y Copa de Europa. Ningún equipo británico había conseguido ganar la Copa de Europa hasta entonces, ni Liverpool, ni Manchester United, ni Nottingham Forest… el Celtic fue el primero, el que abriría el camino. En una final disputada en el Estadio Nacional de Lisboa el 25 de mayo de 1967  ganaría por 2-1 contra pronóstico al Inter de Milán de Helenio Herrera. A partir de ahí el apodo de este equipo de leyenda sería los “Lisbon Lions” haciendo honor al lugar donde se consiguió la gesta.






Pero no todo acaba ahí, ese mismo año daba comienzo casi una década de dominio absoluto por parte del equipo católico en la liga. Período que duraría nada menos que nueve temporadas, del 66 al 74, durante años fue considerado como una gesta difícil de repetir, como algo inalcanzable. Pero a finales de la década de los 80 el equipo rival, el Rangers comenzaría otra época de dominio territorial, los títulos caían año tras año hasta llegar a la temporada 96 – 97 donde el equipo protestante se hacía de nuevo con la liga, igualando el record conseguido décadas atrás por sus rivales. No hace falta  decir que la 97-98 comenzó con una gran presión por parte de ambos equipos, el Rangers para hacer algo insólito, que ningún equipo había hecho nunca, ganar 10 ligas de manera consecutiva, el Celtic por su parte tratar de impedirlo, y es que la rivalidad de estos dos equipos trasciende lo deportivo, sumergiéndose en conflictos políticos, religiosos y sociales.

La temporada comenzaba con no muy buenas sensaciones por parte del Celtic, la venta de jugadores importantes más la contratación de Wim Jansen, un técnico desconocido, no hacía auspiciar nada bueno. Todo ello unido al hecho de que el eterno rival venía fuerte dispuesto a ganar la décima liga consecutiva, creaba una sensación a los aficionados de inseguridad en el equipo. De todos modos la liga empezó  muy pareja, ambos equipos llegaron a mitad de temporada muy igualados  con 39 puntos el Rangers y 38 el Celtic. Los primeros “Old Firm” se sellaron con una victoria para el Rangers y un empate.  En la jornada 26 empatarían a 55 puntos y en la 32 a falta de cuatro para el final a 66 con una victoria cada uno en lo dos clásicos restantes. En la 33 el Rangers pierde 1-0 contra el Aberdeen y el Celtic saca adelante su partido sacando a falta de dos jornadas tres puntos a sus rivales (69 por 66) En una penúltima jornada de infarto y perdiendo el Rangers su partido ante el Kilmarnock al Celtic le valía ganar para proclamarse campeón a falta de  una jornada pero la emoción volvería al empatar contra el Dumferline a uno. En la última jornada llena de tensión por ambas partes se proclamaría campeón de la liga 97-98 el Celtic al ganar su partido igual que el Rangers, el título se celebró por todo lo alto. Una sensación de alivio recorrió a toda la hinchada celtica, ganando esta liga se privaba al Rangers de conseguir lo nunca hecho por nadie, ganar 10 ligas seguidas.






Tal vez ese equipo que gano la liga del 97-98 no fue tan exitoso como el de la temporada 66-67 pero si es verdad que los aficionados del Celtic les están igual de agradecidos por aquel espíritu que nunca se dio por vencido aunque las cosas se pusieran difíciles.  A veces 1 = 9



MANU Hammer

@CELTICfcESP

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