Recital en el Pizjuán

Recital en el Pizjuán

Un extraordinario Athletic se ha impuesto en la tarde de hoy al Sevilla de Marcelino y ha roto un maleficio que duraba ya 18 años, que son los que llevaban los rojiblancos sin ganar en el Sánchez Pizjuan. Y todo ello con un partido sensacional, con un dominio de la posesión apabullante y una presión asfixiante ante la que el equipo del Nervión no ha podido hacer otra cosa que rendirse.

Empezaba de manera inmejorable el partido para los pupilos de Bielsa. En el minuto 5, un córner botado por los rojiblancos era rechazado por Negredo y el rechace era empalmado por Iraola para que con un tremendo zambombazo inaugurara el marcador. 0-1 y al Athletic se le notaba cómodo. No se amilanó el Sevilla sin embargo. Con un Navas enchufadísimo y un Kanouté espectacular empezaron a dar los primeros avisos serios de peligro. Y así fue como llegó el empate. Un balón aéreo que disputó el malí fue aprovechado por Jesus Navas para con un disparo cruzado volver a instaurar las tablas en el marcador. 1-1 y 75 minutos por delante.

El Athletic dominaba el partido con un  muy buen Iñigo Pérez, y las internadas de Óscar De Marcos, Muniain y Susaeta volvían loca a la zaga hispalense. A ello hay que sumarle el brillante trabajo en la presión, que hacía muy difícil la salida del balón para los sevillistas. Así se llegaba al descanso, con la sensación de que el Athletic era superior, pero con un Sevilla que cada vez que llegaba al área defendida por Gorka Iraizoz daba sensación de peligro.

Tras la reanudación no cambió en demasía el decorado del encuentro. Era el Athletic el que tenía el balón y el Sevilla el que intentaba salir a la contra. Pero con el transcurrir de los minutos quedó claro que si la victoria debía caer de algún lado debía ser del lado bizkaino. Y en esas llegó el gol de la victoria. Una presión de De Marcos provocaba el fallo de Spahic, el balón llegaba a Muniain que tras un pase entre líneas dejaba al propio De Marcos solo ante Varas. Y el de Laguardia no perdonó.

Quedaban 15 minutos y quien más quien menos preveía un arreón final de los de Marcelino García Toral. Pero el Athletic lo impidió. La mejor manera de defender es tener el balón. Y en ello se aplicaron los leones. Posesiones que duraban el par de minutos y jugadas en las que el Athletic pudo sentenciar el partido. Pero el resultado no se movió más.

En definitiva, 3 puntos más para un gran Athletic, que encadena 11 partidos seguidos sin perder y se adentra en puestos europeos, confirmando que va en serio y que jugando así su objetivo debe ser entrar en Champions. Por otra parte se esperaba más del Sevilla, si bien es justo remarcar que 2 de sus grandes estiletes, Negredo y Kanouté, acaban de salir de una lesión y que lógicamente aún no están a tope y que por lógica irán a más.



 Diego Feijoo