miércoles, 2 de noviembre de 2011

Dinamarca 1992. Cómo ganar una Eurocopa sin estar clasificado

En 1991 estalló la guerra de los Balcanes. En mayo del año siguiente, Yugoslavia es excluida a causa del conflicto de la Eurocopa de 1992 en Suecia. Entonces, se decide que Dinamarca, selección que no estaba clasificada, ocupe el lugar de los yugoslavos. En sólo unas horas, el seleccionador Richard Moller-Nielsen tiene que localizar a sus futbolistas que se encontraban de vacaciones por toda Europa, algunos ya desde hacía varias semanas. Por aquel entonces no sabían que iban camino de hacer historia…






En el primer entrenamiento de los daneses, Moller-Nielsen les comunica que van a ir a la Eurocopa y que van a intentar ganarla, lo cual supone las carcajadas de sus jugadores que no pensaban que harían algo importante tras llegar de vacaciones. En un equipo además, en el que no jugaría el gran Michael Laudrup, la estrella del Barcelona que acababa de ganar la Copa de Europa pero que estaba enemistado con el seleccionador danés. Pero sí estarían los Brian Laudrup, Jensen, Larsen o el mítico Peter Schmeichel. Así se forjó la “Dinamita Roja”. Encuadrados en un complicado grupo con Inglaterra, Francia y la anfitriona Suecia, llega el primer partido de la competición el 11 de junio. El rival, la temida Inglaterra. El partido les sale mejor de lo esperado y los daneses logran un meritorio empate. Tres días después les llega el momento de jugar frente a Suecia. Un solitario gol del mítico Tomas Brolin deja a la selección de Moller-Nielsen casi en la cuneta.

Así se llega al definitivo partido frente a Les Bleus. Los franceses parten como favoritos, y tras dos empates en los anteriores partidos, una victoria les clasificaría a la siguiente ronda. En los primeros minutos del partido, Larsen adelanta sorprendentemente a los daneses, el histórico Balón de Oro Papin hizo el gol de los franceses que no sirvió de nada ya que Elstrup anotó el gol que certificaba la clasificación de los daneses a semifinales. Al final, clasificados Suecia y Dinamarca. Los suecos que dos años después quedarían terceros en el Mundial de EEUU, tenían un equipazo con hombres como el ya mencionado Brolin, Ravelli, Henrik Larsson, Martin Dahlin o Patrick Anderson. Sin embargo los daneses contaban con un equipo que ni siquiera había logrado la clasificación para la Eurocopa por méritos propios, y que tenía la ausencia de su gran estrella, Michael Laudrup. Argumentos suficientes para llevar al pesimismo a Dinamarca.

Pese a todo esto, lo más difícil se había hecho. En semifinales esperaba la potente Holanda de Marco Van Basten, Ruud Gullit, Frank Rijkaard, Ronald Koeman o Dennis Bergkamp…




Un equipazo que de la que era la vigente campeona. Parecía que no había dudas, el sueño de Dinamarca había llegado muy lejos y el sueño terminaría aquí. Sin embargo, Larsen volvió a aparecer en los minutos iniciales del encuentro para adelantar a Dinamarca. Bergkamp empató el partido pero nuevamente Larsen, apareció para volver a poner por delante a la sorprendente selección de Moller-Nielsen. Y a falta de cinco minutos, cuando estaba cerca de darse la campanada de ver a los daneses en la final, marcó Rijkaard el empate a dos.

Con la moral bastante minada, Dinamarca logró aguantar en la prórroga las envestidas de los oranje, con la única esperanza de llegar a la tanda de penaltis y confiar en la agilidad de Peter Schmeichel. En la tanda de penaltis, Larsen, Povlsen, Elstrup y Vilfort no fallan sus lanzamientos. Mientras que para Holanda, Ronald Koeman, Bergkamp, Rijkaard y Witschge hacen lo propio y sólo Van Basten marra su lanzamiento ante una fenomenal estirada de Schmeichel. Tras el gol de Witschge, llega el lanzamiento decisivo. Kim Christofte es el encargado, si marca, Dinamarca estaría en la final de Gotemburgo. Sin apenas carrerilla, el danés marcó a Van Breukelen y clasificó a su selección a la final.

Así llegaron el 26 de junio de 1992 a la ansiada final. Alemania y la sorprendente Dinamarca se medirían con el objetivo de alzarse con uno de los trofeos más codiciados. Comenzado el partido, los daneses no se amilanan ante el empuje germano. Jensen recibe un pase de Povlsen y desde la frontal pega un derechazo que se cuela por la escuadra de la portería alemana. A los daneses les tocaba sufrir, los alemanes adelantaron líneas para buscar el empate, pero a doce minutos para el final del partido, le cae un balón a Vilfort, se deshace de Brehme y Helmer con un buen recorte, y con la izquierda cruza el balón para ponerlo fuera del alcance del ex madridista Bodo Illgner.

Apurando los últimos minutos, los daneses empezaban a sentirse campeones. Entonces suena el pitido final. Se desató la locura, Dinamarca era la campeona, los jugadores llorando por el césped. Ninguno de ellos pensaba, sólo un mes antes, ni siquiera una semana antes, que el día 27 de junio de 1992 se despertarían como campeones de la Eurocopa. Y es que el fútbol, como la vida, da muchas vueltas.





@JuanArroita

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