martes, 15 de noviembre de 2011

Odion Ighalo. Magia nigeriana

Normalmente a cada club se le asocia con un jugador por la cantidad de partidos que ha jugado o por los goles que ha marcado para dicho club a lo largo de su carrera. En el caso de Odion Ighalo, jugador del Granada CF, no es exactamente así. Esta es su tercera temporada y ha marcado un buen número de goles con el club rojiblanco, pero no tantos como para considerarlo una leyenda. Por lo que sí se le puede considerar una leyenda es por determinadas acciones, determinadas jugadas o determinados goles que le han dado mucho al club andaluz.





Todo empezaba el 16 de junio de 1989, en la ciudad nigeriana de Lagos, la segunda ciudad más grande del continente africano y cuna de jugadores como Ifeani Emeghara, Obafemi Martins, Seyi Olofinjana, Taye Taiwo o Ikechukwu Uche, con quien precisamente ahora comparte vestuario en el Granada, equipo en el que se está dando a conocer desde su llegada en Segunda B, hasta esta temporada en Primera División.

Odion se forjó como jugador fuera de su ciudad natal, en Oshogbo, en el Prime FC, un humilde club nigeriano. En el año 2006, uno de los equipos más poderosos de Nigeria, el Julius Berger se fijó en él y no dudo en ficharlo, este fue el punto de inflexión en la carrera de Ighalo. En su nuevo equipo, en la categoría de juvenil comenzó a destacar, lo que le sirvió de trampolín para que los ojeadores de clubes europeos que buscan talentos por África se fijasen en él. Un año duró su etapa en el Julius Berger, puesto que en 2007 el Lyn noruego puso los ojos en el jugador de Lagos y se lo llevó a Europa.

Con tan sólo 18 años, nuestro protagonista afrontaba el mayor reto de su vida. Comenzaba una nueva vida alejado de su tierra y de su familia, para ganarse la vida como mejor sabía y como más le gustaba, jugando al fútbol. En su primera temporada en la liga noruega sorprendía a propios y extraños marcando 9 goles en tan sólo 20 partidos y convirtiéndose en uno de los ídolos de su nueva afición. Este hecho no pasó desapercibido para algunos clubes del continente europeo, y clubes como el Brann o el Ajax realizaron ofertas muy jugosas para el Lyn. Sin embargo, el conjunto de Oslo aceptó la oferta del Udinese por unos 3 millones de euros. El club italiano es atípico dentro del fútbol mundial, tiene en nómina más de 100 jugadores repartidos por equipos de todo el mundo en forma de cesiones. Odion en la temporada 08-09 no contó con muchas oportunidades y en tan sólo 10 partidos anotó un único gol con los de Udine. Ighalo se dio cuenta de que probablemente no iba a contar con muchos minutos en la próxima temporada, por lo que decidió buscar una salida, pero Udinese sabiendo que el nigeriano tenía un buen potencial decidió cederlo en vez de venderlo.






Al mismo tiempo, en Granada, el verdadero equipo de la ciudad, el histórico, el Granada CF, estaba al borde del abismo, la desaparición se iba acercando y pocas eran las soluciones para el club rojiblanco. Pero en el verano de 2009 surge la figura de Quique Pina, representante de Udinese en España, que trae consigo a la familia Pozzo, dueña del equipo italiano. Pina se pone al frente del Granada y firma un acuerdo de colaboración con Udinese, en el cual el equipo del Firuli surtiría a los nazaríes con bastantes cesiones. El Granada pasaba de la casi desaparición a tener uno de los mejores equipos de toda la Segunda División B. Es en este momento cuando Ighalo recala en Granada como fichaje estrella. La llegada de Odion se haría esperar, y no sería hasta la jornada 10 cuando el delantero nigeriano debutaba con su nuevo equipo ante el Jerez Industrial, marcando su primer gol en su primer partido. Era el comienzo de una bonita historia. En la temporada 09/10 Ighalo juega 27 partidos y marca 17 goles, haciendo una gran dupla con Tariq, quien marcaría 19 goles. Los granadinos quedaban primeros en el Grupo IV de Segunda B, y se tenían que medir al Alcorcón en la eliminatoria por el ascenso, el equipo que ganase ascendía a Segunda. El Granada CF tenía la oportunidad de volver a la categoría de plata tras 23 años, e Ighalo se iba a convertir en uno de los héroes de la eliminatoria. En el partido de ida los granadinos vencían 2-0 con un magistral gol de Odion, que con 0-0 en el marcador recibía la pelota en el área, paraba el balón, hacía un quiebro y ponía el cuero donde el meta visitante no podía llegar; en la vuelta en tierras madrileñas el resultado era 1-0 a favor del Alcorcón, por lo que el Granada se convertía en nuevo equipo de Segunda División.





 
La cesión en el Granada finalizaba, e Ighalo se marchaba cedido al Cesena, equipo recién ascendido a la Serie A en el que Odion no contaría con muchas oportunidades, tan sólo 3 partidos de liga en la primera vuelta. El Cesena no estaba contento con él, ni él lo estaba con el Cesena por lo que lo mejor era la salida del jugador nigeriano. Por su parte, el Granada estaba cosechando una buena temporada, pero dependía en exceso de Geijo, y necesitaba otro delantero que pudiese dar descanso en algunos momentos al jugador hispano-suizo. Pues dicho y hecho, el camino de Ighalo y el Granada CF se cruzaban de nuevo, y algo grande esperaba a ambos unos meses después.

Su primer gol en su nueva andadura por tierras granadinas sería en Valladolid ante el Pucela, un gran gol que encarrilaba la victoria rojiblanca. Llegarían cuatro goles más durante la temporada, que sumados a los de sus compañeros clasificaban al Granada para el Play-Off de ascenso. El destino es caprichoso; Alex Geijo sufría una lesión y no pudo ser de la partida en esas eliminatorias, por lo que Odion era el único delantero del equipo. El Granada eliminaba al Celta en el primer cruce, y en la final se enfrentaría al Elche. En el partido de ida que terminó 0-0, Ighalo cuajó un mal partido y gran parte de la afición lo puso en duda. Para la vuelta, el Granada necesitaba marcar al menos un gol si quería conseguir el ascenso, y quién sino lo iba a conseguir, Odion Ighalo. El delantero nigeriano tiraba el desmarque, Dani Benítez le daba un pase maravilloso, y nuestro protagonista regateaba al meta rival, cuando parecía que la iba a empujar la aguantó un poco, esperó a que llegará un defensa del Elche, lo quebró, y puso la pelota pegadita al palo. Esos segundos en los que Odion sólo tenía que empujarla y hacía esperar a la hinchada granadina se hicieron eternos para muchos, pero finalmente se resolvió de manera positiva. El Granada acabaría empatando a uno, lo cual le daba el ascenso a Primera División tras 35 años de penurias entre Segunda, Segunda B y Tercera. Ighalo se convertía en el gran héroe del ascenso por segundo año consecutivo.






Hablando futbolísticamente, es un jugador de una calidad técnica enorme, tiene una gran potencia con sus 1’88 metros, y sobre todo tiene una sangre fría que pocos poseen. En los momentos calientes él se mantiene tranquilo y nada le hace ponerse nervioso. Dentro del área se desenvuelve de maravilla, y en un palmo es capaz de regatear a la defensa rival. En su época en Segunda B sobresalía por encima de casi todos, en Segunda dio muestras de su calidad en numerosas ocasiones, y ahora le ha llegado el momento de demostrar esa calidad en Primera División, en la liga de las estrellas. El pasado lunes, en el Sánchez Pizjuán su salida al terreno de juego fue clave para la victoria del Granada CF en tierras hispalenses. Es cierto que quizás está un poco “verde” para Primera, pero hay que tener en cuenta que tiene tan sólo 22 años. De momento no ha contado con muchos minutos esta temporada, pero probablemente poco a poco, Fabri le irá dando más oportunidades.  

Odion se ha convertido en dos años en una gran leyenda de la larga historia granadinista, siendo el autor de dos goles que han sacado al Granada de las cloacas del fútbol español y lo han llevado hasta lo más alto. Como futbolista tiene muchas cosas que destacar, y otras también por corregir o por mejorar, pero sobre todo, Ighalo, es pura magia.





@Manu_Fdez

0 comentarios:

Publicar un comentario