jueves, 1 de diciembre de 2011

La magia de Jay-Jay Okocha

Hay una especie de futbolistas entre nosotros que por sus capacidades técnicas y calidad se podrían comparar con los más grandes pero sin embargo, por diversos motivos,  no llegan a triunfar como ellos. En este grupo situaríamos a uno de los futbolistas más talentosos que jamás he visto y sin duda uno de los mejores regateadores de la historia, se trata de Augustine Azuka Okocha, más conocido como Jay–Jay Okocha.



Un futbolista mágico, de esos que te enamora en cada partido con su regate, su velocidad, su magnífico disparo y sus característicos amagues, que hacían de él un verdadero terror de las defensas. Ninguna se le resistía, pero acusaba un elevado individualismo, lo que seguramente le marcó para no poder triunfar en un grande. A Okocha nunca le fue reconocida oficialmente su grandeza, así pues nunca fue nombrado Mejor Futbolista Africano siquiera, pero en la retina de todos quedará la magia que desplegaba por los terrenos de juego.
Jay-Jay nació en Enugu (Nigeria)  el 14 de agosto de 1973, procedente de una familia humilde. Se inicia en el futbol gracias a su hermano, de quién también hereda el nombre de Jay-Jay. Tras muchas horas jugando en las calles de su ciudad golpeando cualquier cosa medianamente esférica, Okocha ficha por el Enugu Rangers de su localidad  tras destacar en una prueba entre amateurs en 1989. Pero fue un año después cuando la suerte le sonríe. En un viaje a Alemania para visitar a un amigo, allí le convencen para hacer una prueba con el modesto equipo de tercera división Borussia Neunkirchen, quiénes quedan impresionados con él y no le dejan escapar. Tras dos temporadas en el futbol modesto alemán, el Eintracht de Frankfurt le da la oportunidad de triunfar en primera división y Okocha no la iba  a desaprovechar. Ficha por el Eintracht en 1992 y esto le permite llegar a la selección de su país donde se vislumbraba ya una magnífica generación de futbolistas. En Alemania, comienza a maravillar con su futbol y entre otras cosas un gol suyo al Karlsruhe batiendo y humillando a Oliver Kahn es elegido por muchas revistas como el mejor gol de la temporada; permanece allí hasta 1996 dónde, tras problemas con el entrenador, Jupp Heynckes,  y el descenso del equipo, se va a Turquía para jugar en el Fenerbahce SK a cambio de cerca de 2 millones $.





En ese verano de 1996 iría a EEUU con su selección, para disputar los Juegos Olímpicos de Atlanta, dónde además de hacerse con la medalla de oro frente a Argentina en la final, fascinarían a todo el mundo, que empezó a presagiar un verdadero éxito en el próximo mundial de Francia 98. Aquí Jay-Jay Okocha como el resto de su selección realizaría su presentación oficial ante el mundo.
Tras dos buenas temporadas en Turquía, en las que además se destapa como goleador, anotando 30 goles en 60 partidos, es traspasado al PSG a cambio de la friolera de 24 millones $, lo que le convertía en el futbolista africano más caro del momento. Ese verano las Águilas Verdes decepcionaron en el mundial de Francia 98 y tras un buen comienzo, cayeron con estrépito por 4-1 ante Dinamarca en octavos, demostrando que su defensa no estaba al mismo nivel que su ataque. Su estancia en Paris no es del todo buena ya que pese a su espectacular juego, ofreciendo auténticos recitales sobre el Parque de los Príncipes y a encontrarse allí con otro mago del balón como Ronaldinho, el equipo no marchaba bien y naufragaba en la clasificación.






Al finalizar su contrato en 2002, decide emigrar a Inglaterra y firmar con el Bolton; antes de viajar al mundial de Corea y Japón con su selección, donde actuó como capitán, pero no pudo hacer nada para evitar su mal papel. En el Bolton Okocha explota definitivamente como futbolista y alcanza su máximo nivel, convirtiéndose en un ídolo para su afición rápidamente; aunque el escaso prestigio y nivel del club no ayudan a su reconocimiento. Allí ayuda primero a la salvación junto con Djorkaeff; un gol suyo espectacular, de falta frente al West Ham es elegido por los aficionados como mejor gol del Bolton en Premier League. Pronto es nombrado capitán en el equipo inglés y  consigue llevar al Bolton a jugar en Europa al clasificarlo en 6º lugar y a jugar una final de football league cup. En 2006, tras retirársele la capitanía en el Bolton y algunos presuntos problemas con miembros técnicos, decide viajar a Qatar para jugar allí pese a que aún se pensaba que le quedaba mucho futbol por dar al primer nivel.
Un año más tarde, en 2007, sorprendentemente ficha por el Hull City de Championship. Se pensaba que jugaría en EEUU o Australia, en un fichaje que él califico como una señal divina, pero parece que Dios no le ayudo mucho en esa nueva aventura, ya que pese al ascenso del Hull, las lesiones le privaron de poder disfrutar muchos partidos por lo que tras esa temporada Jay-Jay Okocha se vio forzado a su retirada.

Así ponía fin a su carrera Okocha, un futbolista que triunfó a su manera pero con la sensación de que pudo ser mucho  más de lo que fue, y es que ha habido muy pocos futbolistas a lo largo de la historia con una calidad como la suya. Ahora este malabarista del balón se sigue dedicando al futbol, aunque no como futbolista, sino ayudando a los que más lo necesitan en su país, aparte de ser un icono publicitario en Nigeria. Mientras tanto el futbol africano seguirá esperando que surja un nuevo Jay-Jay Okocha que pueda maravillar al planeta con su futbol espectáculo.




José Ángel Blanco

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