Sobre Raúl García y la afición atlética
Parece oficial que en las próximas horas, Raúl García renovará por tres años con el Atletico de Madrid, para irse cedido por una temporada a Osasuna, el club desde el que llegó a la capital hace ya cuatro años de la mano del Vasco Aguirre que le entrenaba por ese momento en el club rojillo.
Llegó por una cantidad cercana a los 12 millones de euros para jugar en un mediocampo Atlético de bajo nivel, como viene siendo habitual en los últimos años.
Se suele hablar mucho de la presión del Calderón, de los jugadores que llegan al Atlético y no rinden a su nivel, que se esconden... El que suscribe cree que es falta de nivel de dichos jugadores, jugadores no preparados para vestir la camiseta del que debería ser tercer equipo de España. Y eso no le pasó a Raúl García. En su primera temporada, asumió el mediocentro del equipo, acompañado por Maniche, y rindió a un nivel altísimo. Hizo goles, distribuía con facilidad, y por encima de todo honraba una camiseta que tantos jugadores han deshonrado ultimamente (el mismo Maniche por poner un ejemplo). De la mano de Forlán, Aguero y Raul Garcia, el Atletico volvió a la Champions doce años después. Su rendimiento fue tal, que de no ser por un pequeño bajón al final de temporada (sujetó al equipo durante toda la temporada, y sólo la aparición de Camacho le ayudó en el centro del campo de ese 4-2-4 con el que prácticamente jugaba el Atleti) y el altísimo nivel de Marcos Senna, le privaron de ir a la selección que se proclamaría campeona de Europa, habidas cuentas de que Albelda había sido apartado por Koeman en el Valencia y no llegó a dicha Eurocopa.
Esa fue su mejor temporada en el Atlético. Al año siguiente llegó Assunçao, y con él formaron una pareja de mediocentros rocosos y comprometidos, aunque a veces no apreciadas por la grada del Calderón, que prefería ver a Maniche destruir la supuesta inteligencia que se le supone a cualquier mediocentro. Aún así, ese año el Atleti volvió a meterse en Champions y los números del equipo con el navarro en el once inicial dejaban claro que era una pieza importante en el equipo atlético.
Sin embargo, la temporada 2009/2010 del equipo empezó de manera nefasta. Raúl se lesionó en la primera jornada de Liga en Málaga, y su sustituto era Cleber Santana... pues está todo dicho.
Estaba claro que algo había cambiado, se empezaba a notar un cierto runrun en el Calderon en cuanto que el 8 atlético fallaba un desplazamiento, o un control, obviando el esfuerzo por hacer coberturas a jugadores que veían pasar el balón a su lado, por defender a sus compañeros en cualquier lance, estar encima del árbitro, ofrecerse e intentarlo cuando las cosas no se salían, jugar en posiciones que no son las suyas y dar siempre la cara, no levantar nunca la voz en la prensa, esas cosas que se deben exigir a cualquier futbolista, pero que casi ninguno hace. Raúl García era un jugador de equipo, de los que deben ser capitanes de sus equipos, el tipo de jugador en el que sus compañeros se apoyan, un jugador de los de antes.
Aún con ese runrun en la grada, la llegada de Tiago al que una parte de la afición se empeñaba en ensalzar para ganar sus discusiones acerca del navarro, Raúl siguió jugando numerosos partidos, en especial en la Europa League. Tiago no podía jugar por no estar inscrito, y Assunçao y el sostuvieron un mediocampo que llevó al Atlético al título. Ningún atlético olvidará esa prórroga en Anfield, en la que con la eliminatoria perdida, se quedó de único mediocentro, teniendo por delante a Jurado, y se comió el centro del campo del Liverpool. No en vano, el gol que metió al Atleti en opciones de conseguir un título europeo 48 años después, comienza en un pase de 50 metros de Raúl Garcia hacia Reyes, lo demás, es historia.
Esta última temporada comenzó bien, con un equipo conjuntado y rocoso, que le ganó fácil al Inter en la Supercopa de Europa, en la que el mediocentro volvió a ser la pareja Raúl Gª-Assunçao, pero cinco jornadas de liga después, ya no se sabía quienes eran los mediocentros atléticos, a veces Tiago, otras Mario Suárez, el propio Raúl o el portugués. Y no se puede negar que el rendimiento ha sido bajo, de todos ellos, incluido el del navarro.
Al final, la presión de una grada, que parece que se basa en los atributos de la Playstation más que en el comportamiento, la entrega y el futbol que se pide ha hecho que Raúl García haga las maletas. Por una vez, y sin que sirva de precedente, los directivos atléticos han hecho una operación que puede solucionar el problema. El navarro regresa a casa, el que suscribe cree que hará un gran año, y el año que viene volverá a callar a aquellos que dudaban de él en el Calderón. Ojalá sea así, porque futbolistas como los de antes, todavía hay gente que los valora.
Pd: En el Calderón hay desde hace tiempo una pancarta que reza: Raúl García, nunca estarás solo. Manu y Jorge. Es el agradecimiento de un chico con una atrofia muscular que le obliga a estar permanentemente en una silla de ruedas, y de su familia, al jugador que más ha conectado con el chaval, alegrando el corazón de un atlético.
@DavidMenendez14
4 comentarios:
Con todos mis respetos, no tienes ni puta idea de fútbol
12 de agosto de 2011, 13:02¿Y cual es tu idea de futbol? Nos encantaría conocerla para así saber porque descalificas. Se agradecen las críticas, pero con algo de contenido a poder ser. Un saludo
12 de agosto de 2011, 13:43Buena artículo, cierto es que está enfocado a ensalzar a Raúl García pero no hay nada que no sea cierto. Al Cesar lo que es del Cesar y solo queda desearle buena suerte.
12 de agosto de 2011, 14:24Soy seguidor de Atlético y también tengo un blog de fútbol, por si os interesa: http://algomasqueesperaraldomingo.blogspot.com/
un saludo
Es cierto, es un artículo para ensalzar a un Raúl García que ya bastante deteriorado ha sido por buena parte de la afición atlética. Buen blog el tuyo!
12 de agosto de 2011, 16:24Publicar un comentario