viernes, 6 de enero de 2012

Carta a los Reyes Magos



A estas horas las cartas de numerosos niños/as, y no tan niños estarán plagadas de consolas, videojuegos, muñecos interactivos,  quizá balones y botas de futbol y camisetas de sus equipos favoritos.

Y ahí la misión de los Magos de Oriente se complica, ya que si bien balones hay numerosos, botas existen de mil gamas posibles, las camisetas, también accesibles debido al Merchandising de cada equipo, se convierten en una elección más complicada. Porque cuando uno pide una camiseta de su equipo, suele elegirla de un jugador especial, el que más le guste o con el que más se siente identificado, pero en la actualidad, en este futbol volátil que vivimos, pedirse una camiseta de tu equipo, si este no es ni Real Madrid ni Barcelona, supone arriesgarte a que ese jugador se marche la temporada siguiente, quizá a otra liga o quizá a un equipo rival.

Los aficionados de los equipos sufren estas dudas; ¿Cúantos aficionados atléticos han borrado a Agüero de sus camisetas? ¿Y valencianistas que se han quedado sin las suyas de Villa, Silva o Mata? ¿Que hacen los niños de Villarreal con su camiseta de su ídolo el bajito Cazorla que ha cambiado para irse al Málaga?

A los aficionados del Racing no les dió tiempo a comprar camisetas de Canales, en seguida fue fichado por el Madrid. ¿Y que les queda ahora? Los atléticos dudan entre la camiseta de Falcao, cuyo representante es Mendes y bien se sabe que está de paso por el Manzanares o la de Diego, que está cedido en el club. En Valencia tienen nuevo ídolo, Soldado, pero miran con recelo los movimientos del mercado. En Villarreal el italiano Rossi no salió este verano, pero parece dificil que continúe un año más en Castellón...





Y así, año tras año, todos los equipos se van deshaciendo, todos los equipos españoles salvo los dos gigantes venden a sus mejores jugadores, lo que no solo supone una disminución del nivel de la liga Española, con el aumento de la diferencia entre los dos primeros y el resto, sino que también convierte cada vez más al futbol en un negocio de compraventa de jugadores en el que tener un ídolo se convierte en un riesgo a tener que esconder la camiseta que tanto le costó a los tres Magos conseguirte, o tener que cambiar la serigrafía en las tiendas de los estadios.

El que escribe esto hace años que no se compra una camiseta de su equipo, pero siempre que por estas fechas le surge la duda se acuerda, aquí lo que queda, es el escudo.


@DavidMenendez14

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