martes, 19 de julio de 2011

El ascenso del Rayo: Resumen de una temporada para la historia.

PARTE 1

El Rayo Vallecano de Madrid vuelve a la Primera División del futbol español, y vuelve tras una temporada mágica y difícil a la vez, en la que la fuerza y el  coraje de jugadores y afición han conseguido este ansiado ascenso. Desde futbolytu hemos querido homenajear tanto a jugadores como aficionados con este resumen de la temporada.
La temporada comenzaba con la llegada desde el filial de José Ramón Sandoval, que venía de hacer una temporada histórica con el segundo equipo rayista en la que consiguió el ascenso a Segunda B tras una eliminatoria muy emocionante frente al Hospitalet, y tras haber liderado su grupo durante toda la temporada.
De la mano de Sandoval subieron varios jugadores del filial, y el equipo se reforzó con numerosos jugadores, de especial nivel en la zona ofensiva. Trejo, Armenteros, Delibasic, la vuelta de Amaya para liderar la defensa y el fichaje de Javi Fuego para acompañar a Movilla en el centro del campo, ilusionaban especialmente a la afición. Aparte de estos nombres  también llegaron Casado, Juli, Brayan Angulo, Borja Gomez y tras su cesión, Carlos de la Vega.
El técnico madrileño ascendió a varios jugadores de su confianza del equipo filial, algunos como Borja y Arribas tuvieron un papel importantísimo en el equipo.  Las sensaciones de pretemporada eran buenas, el objetivo marcado por el entrenador era el ascenso, del cual el propio Sandoval estaba seguro. La plantilla confiaba en su calidad y confiaba en meterse en el playoff de ascenso, pero en pretemporada, el ascenso directo se veía como una utopía.

Así pues, daba comienzo una pretemporada prevista para conjuntar un equipo con numerosas caras nuevas y para coger confianza de cara a la temporada que comenzaría la última semana de Agosto. El primer encuentro de pretemporada se jugó, como viene siendo habitual en el equipo vallecano en La Albuera, ante la Gimnástica Segoviana, que acabó con victoria por 0-2 con ambos goles al final del encuentro. Los dos siguientes encuentros se saldaron con victorias ante el Ávila, por 0-4, y ante el Zamora, 1-2. La primera y única derrota se produjo en Medina del Campo ante la UD Salamanca, por un claro 3-1, forjado en la segunda mitad. Tras un empate en Valdebebas ante el Castilla llegaba el partido ante el rival de más entidad de esta pretemporada, el Trofeo Teresa Rivero ante Osasuna. El partido se saldó con un merecido 1-0 (Armenteros) y dejaba buenas sensaciones para el estreno liguero que se produciría dos semanas más tarde, tras un último partido amistoso ante el Montevideo Wanderers que se cerró con otra victoria, esta vez por 2-0.

Con estas buenas sensaciones tras la pretemporada con una plantilla equilibrada y un equipo que creía en sus posibilidades, el comienzo de liga se esperaba con ganas tanto por la plantilla como por la afición. El míster tenía una idea clara que era la de jugar el balón, poniendo como modelo el Barcelona de Pep, ajustándolo al nivel de la Liga Adelante.
Durante toda la pretemporada se ensayó como jugar, con un 4-3-3, con 3 delanteros. Sandoval apostaba por un juego de ataque, en el que los laterales fuesen ofensivos, en especial el ahora sevillista Coke, poderoso y continúo en sus incorporaciones, al cual le daba libertad para subir, y sus subidas fueron bien cubiertas por el joven Arribas durante toda la temporada. A la vista de los resultados, esos riesgos salieron bien.
Pero si hay algo que destacar era la libertad que daba a sus jugadores, al fin y al cabo los que toman las decisiones son los jugadores. Le gustaba el intercambio de posiciones, la creatividad, el arriesgar a tener el balón, y a la hora de no tener el baló, exigía que en el dibujo del equipo tenía que verse el  4-3-3, con las líneas juntas y apretando lo más arriba posible, con valentía y con inteligencia.

El 29 de Agosto de 2010, en el Estadio Teresa Rivero, se medían Rayo Vallecano y Numancia para comenzar una temporada soñada por el equipo rayista. La alineación del Rayo fue la siguiente: Cobeño, Coke, Arribas, Amaya, Casado, Javi Fuego, Movilla, Trejo, Borja Garcia, Armenteros y Aganzo. Este once fue una tónica habitual durante la temporada, salvo pequeños cambios, en especial en la segunda vuelta en la que Piti le ganó el puesto de titular a  Borja.
El partido comenzó mal, con un penalti cometido por Javi Fuego que supo transformar Barkero, pero los vallecanos no se descompusieron, y tras sendos goles de disparo lejano, primero de Casado, y después de Armenteros (golazo de falta, y primero de muchos) y un posterior gol de Coke tras un corner, sentenciaron un partido dominado por completo y que el Numancia maquilló en el minuto 90, firmando un 3-2 quizá escaso.
El siguiente partido fue una remontada aún mejor, el equipo salió dormido en el Arcángel de Córdoba, y se fue perdiendo 2-0 al descanso, tras errores en las salidas de balón, pero en la segunda parte, una gran actuación colectiva, concretada individualmente por Borja García, consiguieron empatar el partido y Armenteros, en el descuento remachó un partido que se veía perdido en el primer tiempo y que llenó de confianza a los jugadores para los siguientes encuentros.

La afición comenzaba a creer, sobre todo tras otras tres victorias consecutivas, por la mínima ante Tenerife y Nástic, y por 4-0 en casa ante el Huesca firmaban el mejor inicio de la historia del club, situaban al equipo líder y daban muestras de una solidez defensiva, cuyos máximos exponentes eran la pareja de centrales Amaya-Arribas y un ataque demoledor con Armenteros en estado de gracia. Eran indicios de un equipo para soñar.
La primera derrota tenía que llegar, y fue en el derby ante el Alcorcón. En Santo Domingo, en el partido del Plus, el Rayo se vio frenado por el equipo amarillo. Tras una primera mitad igualada, una perdida de Coke y un zapatazo de Ruben Sanz adelantaron a los de Anquela. El Rayo se volcó, pero no pudo convertir sus ocasiones, y a la contra Nagore sentenció. Era la primera derrota, pero las sensaciones seguían siendo buenas.
El equipo venció al Villarreal B en casa por un contundente 3-0, y sumó dos empates consecutivos, ante el Granada en Los Cármenes, tras un inicio horroroso que pudo suponer una derrota, y tras un partido aburrido en casa ante el Recreativo de Huelva. El equipo sabía que iban a haber algunos partidos seguidos que no salieran bien, pero la plantilla estaba tranquila porque sabía el potencial con el que contaba y que las rachas se acaban, en definitiva, el equipo estaba seguro de que seguirían ahí arriba.
Y así, se presentaba uno de los partidos más atractivos de la liga Adelante, el Betis-Rayo en el Benito de Villamarín. El equipo de Helíopolis parecía claro favorito para el ascenso, y era líder por aquellas fechas. Y al fin del partido lo era aún más. Un duro y excesivo 4-0 dejaron tocados los ánimos de la plantilla sobre todo por la efectividad bética y las pocas ocasiones creadas por los rayistas. En ese momento tanto equipo como afición, se dieron cuenta que el Betis era un equipo de un nivel superior y de que ellos no estaban a su nivel, que debían seguir trabajando para poder llegar a los puestos de ascenso directo. Para la plantilla fue un bajón anímico porque se creía en poder plantarle cara al líder, y aunque el resultado fue abultado el Rayo no estuvo a su nivel y quedó claro que en esta fase de la temporada estaban a más bajo nivel, que se debía seguir trabajando.

Tras esta serie de malos resultados llegaba a Vallecas el Valladolid, equipo recién descendido de primera y que pondría a prueba si el inicio espectacular era solo eso, fuegos de artificio, o si el Rayo quería aspirar al ascenso. El Rayo venció por 3-0 con dos goles de Armenteros y las dudas parecían disiparse.
Los de Sandoval empataron en Albacete, vencieron a la Ponferradina con hattrick del jugador argentino, y ganaron en el Helmántico por un ajustado 0-1 y asi llegaban a la jornada 17 en puestos de ascenso directo, segundos a tres puntos de un sólido Betis. La última jornada del año se saldó con un empate en el Martinez Valero.
El equipo franjirrojo llegaba a Navidades segundo, ilusionando con su juego vertical y ofensivo, con algunos de los jugadores más importantes y en forma de la Liga, y con una afición que se ilusionaba y motivaba con su apoyo a los jugadores que meses más tarde les recompensarían con el ascenso.
De todo este periodo, el vestuario declara que el partido que marcó diferencias y que les hizo creer al principio, fue el de Córdoba en la segunda jornada. El míster en el descanso perdiendo 2-0 les instó a que estuvieran tranquilos, que corrigiendo dos cosas el equipo iba a ganar seguro, con 2 a 0 en contra, el convencimiento en la victoria y un par de correcciones tácticas del entrenador madrileño, propició que pasaran por encima del Córdoba en la segunda mitad y se logró una remontada, y la confianza de la plantilla en el entrenador aumentó aún más, siendo esto importantísimo para el ansiado ascenso. El otro partido que destaca alguno de los jugadores, fue la victoria en Salamanca, el equipo necesitaba ganar fuera de casa para ir tranquilos al Martínez Valero y encarar las fiestas navideñas con confianza, y esa victoria ante el equipo charro, también supuso una inyección de optimismo y confianza a una plantilla entregada a unos colores.


@DavidMenendez14

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